La procrastinación consiste en posponer las actividades que deben realizarse en un determinado momento para después. Al evitar hacer lo que debemos hacer, entramos en un círculo vicioso donde sentimos culpa y esto en consecuencia, provoca que nos atrasemos en otras actividades aumentando así la culpa.
Muchas veces procrastinamos porque nos sentimos con falta de energía para hacer las cosas, por ello, es importante asegurarnos de descansar adecuadamente, no tener deficiencia de vitaminas y de que estemos bien mentalmente. Aun así, siempre tendremos días buenos y malos, y saber motivarnos en un día malo es la clave para no atrasarnos en nuestras obligaciones.
Para auto motivarnos es necesario tener pequeñas dosis de energía, la cual obtenemos de pequeñas actividades, como por ejemplo:
- Tender la cama.
- Vestirse.
- Lavarse la cara.
- Recoger el tocador.
- Peinarse.
Son un sin fin de pequeñas actividades que le dirán a tu cerebro que necesita enviarte cargas de energía, de lo contrario, si estás mucho tiempo acostado o sin hacer nada, tu mente asumirá que no necesitas la energía y no te la proporcionará.


